sábado, 5 de enero de 2013

'Papi, vamos a mirar que he escuchado algo'

tomas-roncero-manitas-real-madridEl cantante José Manuel Soto y el periodista Tomás Roncero rememoran su noche de Reyes más especial.


José Manuel Soto (Sevilla, 1961) aún recuerda el olor de sus primeras botas de fútbol, cortesía de Sus Majestades los Reyes de Oriente. "Era fantástico", reconoce el cantante. Era 1966 y para un niño loco por el fútbol hay pocas cosas que puedan ilusionar más. Si acaso un balón de reglamento, regalo que también abrió ese mismo año. Alegría doble, por tanto.


No obstante, ahí no acaban los buenos recuerdos de José Manuel Soto. Destaca lo especial que fue ese día desde la misma tarde en la Cabalgata en Sevilla, a la que iba junto a sus ocho hermanos, todos niños. "Al volver a casa, mis padres nos metieron pronto en la cama, eso sí, antes pusimos los zapatos junto a la ventana".


Luego, cuando los nueve hermanos se despertaron y fueron en estampida al salón se encontraron con que al mayor de ellos le habían traído un saco lleno de carbón. "Es que era un desastre", recuerda José Manuel.


A pesar del paso de los años, José Manuel Soto no ha perdido la ilusión que sentía de pequeño. "Siendo padre he vivido noches de Reyes con mucha ilusión, preparando los regalos durante muchas horas y, sobre todo, disfrutando mucho al ver a los niños abrir la puerta del salón y ver todos los regalos".


Un ruido en el salón


El periodista deportivo Tomás Roncero no se olvida de lo bien que se portaron los Reyes cuando cumplió siete años. Recuerda lo nervioso que se puso cuando vio tres sombras en el salón de casa. "La puerta del salón, que tenía un cristal opaco, mostraba unas sombras, pero yo me arropé hasta taparme la cabeza por el respeto que me imponían. Estaba tan nervioso que no pude conciliar el sueño ni diez minutos".


Más tarde, sus padres le despertaron: "Tomás, ¡qué han venido los Reyes!". Entonces se levantó, corrió hacia el salón y vió que allí estaban sus tres deseos, uno por Rey Mago: un balón de reglamento con el escudo del Real Madrid imperial; un pinball llamado Futbolcete "que era una gozada", y el Gran Trofeo de Fútbol Comansi, que incluía a cuatro equipos uniformados para hacer torneos cuadrangulares: Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Valencia. "Fue un año inolvidable", dice emocionado.


Ahora Roncero es padre y eso le hace vivir las noches de Reyes tan emocionado como antes. "Disfruto viendo a mi pequeño Marcos Santiago, de diez años". Son muchos los regalos que Sus Majestades los Reyes de Oriente han dejado en casa de los Roncero: Telettubies, Pocoyó, Bob Esponja, Buzz Lightyear, Playmobil, el traje de Casillas del Real Madrid (camiseta y pantalón de portero, medias y guantes oficiales de Iker)... Y para este año le han pedido a los Reyes las artísticas construcciones de los Lego. "Seguro que le van a hacer muy feliz", asegura.


A parte de su madridismo, hay otra cosa que padre e hijo comparten: son los nervios que no pueden evitar cada 6 de enero. "Mi hijo me dice, con la voz entrecortada: 'Papi, vamos a mirar que he escuchado algo. Yo creo que los Reyes Magos ya han llegado...".


JAVIER TORRES


Intereconomía

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