miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los hermanos de Alexia, la niña madrileña en proceso de beatificación, rompen su mutismo



Así resumió la periodista y religiosa teresiana Ninfa Watt el misterio sobrenatural, pero también cotidiano, que refleja el documental «Alexia», de Pedro Delgado, estrenado en mayo en cines y cuya edición en DVD se presentó el lunes en el Colegio Jesús Maestro, de Madrid, el mismo donde estudió la Sierva de Dios Alexia González-Barros. Once tomos describen sus virtudes heroicas en el proceso de beatificación que llegó a Roma en mayo de 2000.

Francisco y María José González-Barros, hermanos de Alexia que casi nunca comparecen ante la prensa, explicaron que «este documental nos ha dejado contentos y satisfechos. No había ninguna razón sensata para negarnos a cooperar. Pusimos a disposición de esta película todo lo que Alexia dice de sí misma», incluyendo 40 minutos de cintas domésticas. María José González Barros detalló que «aunque rezábamos en casa, mi madre no enseñó a Alexia a hacer oración mental; creo que eso lo aprendió en el cuarto de hora de oración silenciosa que se da cada día en todos los colegios teresianos en la tradición de San Enrique de Ossó. Durante años ella había rezado cada día en la capilla de este colegio, ante Jesús Sacramentado, “que se haga siempre lo que tú quieras”, y eso que decía en su vida normal lo dijo luego ante la enfermedad».

«Recibimos cartas describiendo favores por su intercesión cada día», explicó Francisco. «Ella ya era muy conocida, ya tenía fama de santidad, antes de la película “Camino”, de Javier Fesser, y antes de este documental, pero estas películas, luminosas u oscuras, influyen bastante poco en su fama; Alexia va por su propia ruta».

Francisco fue testigo del dolor de esos días. «Ella, con 14 años, tenía un dolor que los médicos definían como constante e importante, y nosotros estábamos allí con nula capacidad para ayudarla. Pero ves un plan de Dios que no entiendes, aunque aceptas. Ella vivía una relación clara, evidente y cercana con Jesús. Allí la humanidad y la divinidad se unían. La fuerza del caso de Alexia se reduce a esto: ella creyó y no tuvo dudas».

El documental no es un drama ni una historia triste. El director, Pedro Delgado, y el guionista, Jerónimo José Martín, insisten en que expresa «el porqué de la alegría y entereza de Alexia, las raíces sobrenaturales de su fortaleza, una espiritualidad que bebe del Opus Dei, pero también de las teresianas. La primera persona en impulsar su causa de beatificación fue el padre Apodaca, claretiano, promotor de las causas de Santa Maravillas y San Pedro Poveda». «El gran desafío en la época actual es el sufrimiento, y las grandes películas de este año tratan ese tema: “De dioses y hombres”, “En un mundo mejor”... “El árbol de la vida”, de Terrence Malick, trata de una madre que ha perdido a su hijo», señaló Jerónimo José Martín. Hay amigos cineastas sin fe que le han dicho a Pedro Delgado que la votarán para los Goya. Pero con o sin premios, incluso sin beatificación y sin películas, Alexia ya cambia vidas, como el grano del Evangelio, que muere y da mucho fruto.



Pablo. J. Ginés / La Razón



 

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