martes, 1 de noviembre de 2011

El obispo de Córdoba le recuerda a Rubalcaba que la Iglesia da al Estado mucho más de lo que recibe




(EP) El obispo de Córdoba entiende que las declaraciones de Rubalcaba “son una cortina de humo y un mensaje dirigido a un cierto tipo de electorado, pero él bien sabe que no hay tales privilegios por parte de la Iglesia” y que ésta, “a día de hoy, en España, es muchísimo más lo que aporta que lo que recibe, pero incomparablemente más”.


Mons. Fernández ha puesto varios ejemplos de dicha aportación, de ese servicio que presta la Iglesia a la sociedad, como la labor que desarrolla Cáritas Diocesana, que ofrece “atención primaria a muchísimas personas, que hoy comen gracias” a dicha organización caritativa de la Iglesia.


También sirve de prueba de esa aportación eclesial a la sociedad su intervención en el ámbito educativo, ya que una plaza escolar ofrecida por la Iglesia en un colegio religioso “le sale a la sociedad muchísimo más barata que una plaza en un colegio público”, entre “un 30 y 40 por ciento menos””.


Lo mismo ocurre en lo referido a “la atención a los ancianos, ya que un anciano que ha trabajado y que ha cotizado durante toda su vida, si es atendido por la Iglesia a la sociedad le cuesta el 50 por ciento menos, y esto es muy importante saberlo”.


Función social


En consecuencia, según ha argumentado el obispo de Córdoba, “la Iglesia no es un parásito en la sociedad, sino que es, a día de hoy, la primera benefactora de esta sociedad y, por eso, hacer ese tipo de declaraciones es demagógico”" y lo que busca es dirigirse “a cierto tipo de electorado, que quizás no conozca estos datos de la Iglesia y de su función social hoy”.


En este sentido, el prelado ha aclarado que la primera función social que realiza la Iglesia es “dar a Dios a las personas, que es el primer alimento y el fundamental, pues, cuando el hombre tiene a Dios, aunque tenga que pasar penalidades, las pasa de manera diferente y se enfrenta a la enfermedad y a la muerte de manera distinta, y la Iglesia tiene la tarea de abrir las ventanas para que en el corazón del hombre entre la luz de Dios”.


Además, según ha subrayado el obispo, esa tarea la hace también la Iglesia “dando de comer y teniendo puestos escolares y prestando atención a los enfermos y a los ancianos”, subrayando en este punto el hecho de que “al 75 por ciento de los enfermos de SIDA los atiende la Iglesia, es decir, que la Iglesia no se desentiende de los que están enfermos”.


En definitiva, “desde los aspectos más espirituales hasta los más materiales, pasando por cubrir cualquier necesidad que el hombre tiene, la Iglesia hoy en España es, después del Estado, aunque a éste le corresponde hacerlo y con el dinero de todos los contribuyentes, la primera y principal bienhechora de esta sociedad”.



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