De ahí que no sea tan extraño que la música que se oía ayer por la mañana en los alrededores del colegio de La Pureza –"Bomba, un movimiento muy sexy, bomba..."– viniera de un encuentro diocesano para comprometer a los adolescentes con la fe y la Iglesia.
"Creemos en lo mismo y la palabra de Dios no ha cambiado, pero somos de otra manera y nos comunicamos de otra manera", señaló Santiago Jorge, un alumno lagunero de secundaria. Fue uno de los más de 500 jóvenes procedentes de las Islas de la provincia tinerfeña que se reunieron en La Pureza y en las Escuelas Pías de la capital para conocer el Plan Diocesano.
Todos agradecieron que el nuevo Plan haya incorporado las redes sociales y un lenguaje más cercano para estas nuevas generaciones que navegan por la red y se hablan a golpe de sms, pero que mantienen las mismas creencias y los mismos vínculos que tantos otros jóvenes a lo largo de la historia.
El esfuerzo de la Diócesis Nivariense por adaptar su lenguaje a los nuevos tiempos, para que estos estudiantes "se sientan invitados y plenamente identificados con el modelo de vida cristiana", lo admite el mismo obispo, Bernardo Álvarez, mientras saluda y conversa con los asistentes en las canchas de La Pureza. "Lo importante es que el trasfondo del mensaje sea el mismo. Pero si queremos incrementar nuestra capacidad de comunicación, debemos usar internet y todo aquel canal que sirva para predicar la palabra de Dios", explicó Álvarez.
Los jóvenes bailaron y jugaron durante una hora en La Pureza para a las once enfilar la subida hacia el colegio de las Escuelas Pías, en el que se reunieron en corros durante la tarde para repasar los aspectos más importantes del Plan Diocesano. Aprender a orar, Música y oración, Danza contemplativa, Samaritano hoy, Aprende a amar e Iglesia perseguida son los nombres de algunos de los talleres organizados por la Diócesis.
Entre los párrocos presentes el que más llamó la atención fue al que conocen como El cura del volcán. Se trata de Víctor Manuel Fernández, recién llegado de El Hierro y al que llaman así porque es el sacerdote de La Restinga, la localidad afectada por la erupción submarina. "Tampoco se crea que va más gente a la iglesia de La Restinga tras la erupción", cuenta, para subrayar que la delegación herreña cuenta este año con 48 integrantes, entre ellos el cura de Frontera, Federico Armas.
La jornada, bajo el título Tiempos de discípulos, tiempo de misioneros, se cerró con un rezo con los más de 500 jóvenes y las decenas de párrocos asistentes mirando a Santa Cruz. La reciente visita del Papa a Madrid –algunos de los participantes estuvieron en la capital– y el entusiasmo que ha generado entre los cristianos dio mayor intensidad al encuentro de este año.
Fuente:http://www.laopinion.es/tenerife/2011/11/13/amoadios/379804.html
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